Cuando el tiempo es caluroso y la humedad del suelo o el aire alta, las plantas corren gran peligro de verse atacadas por un gran enemigo: los hongos. El particular sistema de multiplicación de estos organismos obliga a tomar enérgicas medidas sin perder el tiempo, pues de lo contrario la enfermedad se extenderá rápidamente.
¿Qué son los hongos?
Los hongos son organismos de tan tamaño reducido que es muy dificultosa su visión simple vista o tan grandes que un solo ejemplar pueda pesar varios kilogramos. A todos ellos les une la particularidad de que son incapaces de producir su propio alimento, y por ello han de nutrirse a expensas de materia orgánica en descomposición, siendo parásitos de otros seres vivos, siendo común encontrarles en plantas verdes. Esto últimos son los más peligrosos para el floricultor.
¿Cómo se produce el contagio de hongos en la plantas trepadoras?
Los hongos de las plantas se propagan mediante unas pequeñísimas estructuras llamadas esporas, de dimensión tan reducida que fácilmente son trasladadas por el viento o pegadas a las patas de los insectos. En los días de calor de primavera o verano, tras las lluvias habituales de estas épocas, las esporas se adhieren fácilmente a la superficie de la planta y entonces comienza la invasión. Ahora que estamos en este punto hay tenemos que hacer la distinción entre hongos que contamina y destrozan exclusivamente la superficie de la planta y hongos que atacan a los órganos internos. Estos últimos hacen más daño y su eliminación o erradicación es sumamente más complicada.
¿Qué medidas preventivas contra los hongos conviene tomar?
Uno de los más propicios al desarrollo de hongos es el estiércol empleado como abono. Pero el estiércol puede ser la puerta de entrada de diferentes enfermedades para las plantas para evitar que un producto beneficioso pueda ser un problema, el abono tiene que estar completamente fermentado , o otra posibilidad es comprarlo en una tienda con garantía de que el abono efectivamente esta fermentado, otra opción es proceder a fumigarlo con un buen fungicida antes de repartirlo por todo el terreno.
Otra medida a tener muy en cuenta es realizar los días de más calor los tratamientos preventivos anti-hongos posteriores a las lluvias de primavera y verano, momentos éstos en los que las invasiones fúngicas son más frecuentes.
¿Cuáles son las enfermedades más comunes?
Entre todas ellas destacan:
Fusaríasis: que ataca las raicillas de la planta produciendo un amarilleo generalizado y marchitez de las hojas. Es difícil de erradicar y la mejor opción para prevenirla es desinfectar todo el suelo antes de realizar la plantación.
Verticilosis: Se caracteriza por un marchitamiento violento de parte o de toda la planta. Se trata como la anterior.
Mildiu: que produce en la parte inferior de las hojas una vellosidad blanco-grisácea y en la superior manchas amarillas. Se combate con fungicidas como, por ejemplo, Captan.
Roya: fácilmente reconocible por las pequeñas pústulas de color rojo que se desarrollan sobre las hojas. Las fumigaciones con Maneb son muy eficaces.
Oidio: hongo que cubre los órganos atacados de una especie de polvillo blanco. El Karathane da buenos resultados para eliminarlo.